lunes, 15 de noviembre de 2010

Los diez Mandamientos

  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No robarás.
  8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos

Paso del Mar




Al ver a los egipcios que se acercaban Yahvé me dijo que con mi cayado abriera en dos el Mar para que mi pueblo pueda pasar.

Los egipcios persiguen a Israel

Cuando al faraón le anunciaron que los isrelitas habian huido, el faraón y sus servidos se arrepintieron haber dejado marchar y fueron tras ellos.

La partida

Cuando el faraón dejó salir al pueblo, Dios los llevó por el camino más largo por si los israelitas se arrepentían no se volvieran a Egipto.

Las ranas

Yahvé nos dijo que llenásemos el pueblo de ranas. El faraón cedió y dijo que si quitábamos las ranas de su pueblo dejaría ir al pueblo.

El agua se convierte en sangre

Yahvé me dijo que el faraón no había cedido en dejar ir al pueblo, entonces me dio instrucciones para que con el cayado llenara el río de sangre  y así los egipcios no podrían beber los. Pero el faraón no hizo caso.

El cayado se trueca en serpiente




Yahvé nos dijo a Aarón y a mí que le tiráramos el cayado y se convertirá en serpiente, esto hicimos pero el faraón trajo a magos donde ellos hicieron lo mismo pero la serpiente de Aarón se las comió pero el faraón no nos hizo caso.

Encuntro con Aarón



Aarón tuvo un encuentro con Yahvé para decirle que viniera al monte de Dios donde yo me encontraba.
Yo le conté a Aarón todo lo que me había mandado hacer Yahvé; ir y decirles a los israelitas que me había mandado Dios para liberarlos de esa esclavitud y también mencioné que me concedió poderes. Fuimos y reunimos a los ancianos israelitas. Aarón dijo todas las palabras que Yahvé me había mandado a decir y realizó todos los prodigios ante el pueblo. El pueblo creyó y al saber que Yahvé  los había visitado 
se postraron.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La zarza ardiendo


Un día mientras  pastoreaba el rebaño de mi suegro en la montaña de Dios,  vi que se me apareció el ángel Yahvé en llama de fuego, en medio de una zarza. Al ver que la zarza no se consumía me acerqué a ver.  Yavhé me llamó y me dijo que me quitara los zapatos porque el suelo que pisaba era sagrado también me dijo que era el Dios de su padre, el Dios de Abrahám y el Dios de Jacob, Moisés se tapó los ojos, porque temía ver a Dios.

Huida a Madián


Un día cuando  ya era mayor fui donde estaban mis hermanos y vi que un egipcio pegó a un hebreo, a uno de mis hemanos, sin dudarlo maté al egipcio. El faraón se enteró y mandó a que me matara.  Huye y fui a una ciudad llamada Madián donde me encontré a las hijas del sacerdote de Madián que iban a coger agua y darles de beber al ganado de su padre cuando unos pastores las echaron. Entonces  defendí a las muchachas. El sacerdote me invitó a morar por lo que había hecho y me dio una de sus hijas con la que tuve un hijo llamado Guersón.

Mi nacimiento y mi juventud

Una hija de Leví me dio a luz  y me tuvo escondido durante tres meses. Al ver que no podía esconderme más me metió en una cestilla y me puso en la orilla del río.
En el río se estaba bañando la hija del faraón cuando vio una cestilla y dentro como dio a entender ella había un niño hebreo que adoptó y  llamó Moisés.

Tiranía de los egipcios

El nuevo rey de Egipto se dio cuenta de que el pueblo de Israel había aumentado y tenía miedo de que se uniera con otro de sus enemigos y luchen contra ellos. entonces, les impusieron capataces para oprimirlos con duros trabajos. Pero el pueblo seguía creciendo entonces mandó a matar a los niños recién nacidos y tirarlos al río y a las niñas las dejaban vivir.