domingo, 7 de noviembre de 2010

Huida a Madián


Un día cuando  ya era mayor fui donde estaban mis hermanos y vi que un egipcio pegó a un hebreo, a uno de mis hemanos, sin dudarlo maté al egipcio. El faraón se enteró y mandó a que me matara.  Huye y fui a una ciudad llamada Madián donde me encontré a las hijas del sacerdote de Madián que iban a coger agua y darles de beber al ganado de su padre cuando unos pastores las echaron. Entonces  defendí a las muchachas. El sacerdote me invitó a morar por lo que había hecho y me dio una de sus hijas con la que tuve un hijo llamado Guersón.

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